La participación de Rashidi Yekini en el Sporting de Gijón coincidió con mi niñez. No seguía este maravilloso deporte de la misma manera que ahora pero ya me apasionaba. Y mi mayor recuerdo de este jugador nigeriano fué en directo en El Molinón. Acudí a él en la grada sur, junto a mi padre y resto de la familia. Y es que mis equipos a seguir son los rojiblancos y el Real Valladolid.
Los pucelanos comenzaron ganando por dos veces en dos cabezazos, y se pusieron 1-2 al descanso. Sin olvidar el golazo de Hugo "perico" Perez. En el segundo tiempo entró Yekini tras una larga lesión como revulsivo. Su velocidad resultó letal. Destacando un gol suyo y una asistencia. El encuentro terminó 4-2 con una afición entregada tras la remontada al equipo, y principalmente al nigeriano. Este respondió dando las gracias a sus seguidores, y señalando su curada rodilla a todo el estadio.
Lo que comenzó como una gracia comparandole con Quini, acabó convirtiendose en una muestra de cariño con la mítica frase: "No ye Quini, ye Yekini".
Este jugador estuvo dos temporadas, y por su larga duración no disputó todos los partidos que le hubieran gustado tanto a él como a la afición. Pero dejó un sello imborrable por su buen rendimiento en los partidos de que dispuso, y sobre todo, por su simpatía y carisma. Esas aptitudes que hacen que todo seguidor se vuelve con un jugador y deje una huella imborrable.
Rashidi Yekini, D.E.P.
Dani el Pulga
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