martes, 10 de abril de 2012

REPEPETIRSE CON PATADAS


Hace ya unos años de aquella agresión a Casquero y Albín, en la que el simpático de Boluda calificó de "salvajada" la sanción de diez partidos. Pero salvajada es partido tras partido repartir mas patadas que un feto en su vientre, y mas agresiones que barras un panadero.

Desde aquella primera jugada, en la que el central portugués se dió a conocer en nuestro país como un defensa agresivo, basto, violento y reincidente en su causa, ya se han sucedido unas cuantas de sus famosas formas. Y su causa va mas allá de mantener la portería de Iker a cero, va a intimidar y amedrentar a los jugadores que no vistan sus blancos colores. Le gusta enseñar los tacos de su plantilla a todo aquel rival que se precie. Pisar, patear y manotear a cada momento, es su vicio. En su día reprochaba a quién quería castigar su esquizofrenia ante el Getafe, alegando que era su primera expulsión en La Liga. ¡Ay amigo! ahora ya caen de mas. Cae todo aquel que se le acerque, pues su compadre Mou ha ayudado a destemplar su cabeza, y leñar como y cuando pille, además de protestarlo todo. Sea lo que sea.

Pase quién pase el le intenta sacudir, tanto es así que en el último encuentro equivocó a Arbeloa con un che, y le cayó su "merecido". ¡Anda! que si este se tira al suelo y le hecha cuento que bien quedaría. Pues para eso están enseñados. Era necesario la entrada de oficio en cada jugada violenta, pues así a gente como Pepe se le levantarían las faldas en cada partido. Y tanto Mou como Florentino se pensarían un poco mas si un tipo así merece estar en un club señor como el Madrid. Mejor no preguntar.



Dani el Pulga

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