LOS EXPERIMENTOS DE CLEMENTE SALIERON BIEN. NUEVOS ERRORES EN LA DEFENSA ASTURIANA. GOLES DE TREJO, LORA Y SANGOY.
Partido de los que te marchas contento pero no a gusto. El conjunto gijonés comenzó bien, se desinfló tras el primer gol en contra y tras el 2-2 de Lora revivió. Lo que en otras ocasiones se había recriminado y hechado en falta, esta vez se sintió y condujo al resultado final, la victoria.
Los rojiblancos comenzaron con la posesión del balón creando acercamientos y alguna que otra ocasión de relevancia. Mientras, el levante no parecía ese equipo que aspira a un puesto por la Champions. Pues en ningún momento demostró superioridad. Quizás también porque el equipo granota sabe donde esta su límite y sabe perfectamente a lo que juega. Y sabiendo eso aprovechó su primera ocasión para marcar. Un balón colgado en globo desde la derecha hizo rematar a Valdo solo en el segundo palo. Botía no vigiló su espalda y orfila no bajó a defender su zona. Y mas fácil es señalar con el dedo cuando era el único posible rematador dentro del área para dos centrales y un lateral. Y cuando se respiraba en el ambiente del estadio "esto es lo de siempre", un pòco querido Trejo quebró a su defensor y batió a Moyá. Tan solo seis minutos después. Era lo que necesitaba el sportinguismo para tener un mínimo de apoyar a su equipo.
La segunda parte se empezó ha cocer mas espesa, pues el Sporting parecía no tener la frescura. Muy criticado fué el doble cambio de Clemente, pues retiró del césped a los dos hombres mas ofensivos del equipo, Barral y Colunga. Para dar entrada a dos criticados como son Sangoy y Ayoze. La reacción del público no se hizo esperar, y ayudados por el gol del activo Koné, comenzaron los gritos de Fernández y Clemente invitandoles a abandonar el club. Se llegaba al climax de máxima crispación de la noche.
Entonces apareció el superhéroe, quizás el hombre que mas siente los colores de la camiseta, quién mas sufre, quién mas pone ganas. Ayer no pudo despachar su mejor partido porque no estaba en su puesto natural, ya que el de Móstoles como pivote defensivo pierde aptitudes defensivas. Pero su zurdazo llenó de taurina las reservas asturianas. Un movimiento suyo de fuera adentro desde su hábitat natural propicio el espacio para el disparo. Su cara reflejaba el sufrir de la situación y a la vez el empuje para sus compañeros. Por minutos el encuentro sufrió de locura y llegó el gol de Sangoy. Una jugada mal formada acompañada de un despeje erróneo del Levante ocasionó el dispàro. Desde una posición mala y en una situación peor. Sangoy se levantaba del suelo y disparaba desde el balconcito con toda la intanción posible.
Increíble pareciamos decir todos. Cuando la situación peor está, los mas castigados desde la grada nos ayudan y mucho a sacar el partido adelante. Algunos, como yo por ejemplo, cargamos con defecaciones las decisiones de Clemente. Y a posteriori nos quitó la razón. Incluso ese último cambio de Ricardo León por Orfila. Pero como nose si por suerte o por saber contemporizar el banquillo, a cada César con lo suyo.
Eso sí, tras unos minutos del 2-2 comenté: "a que todavía ganamos el partido..."
Y lo ganamos. ¿Iluso? ¡Quizás! Pero lleno de esperanza.
Dani el Pulga
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