lunes, 30 de abril de 2012

MANCHESTER CITY 1-0 MANCHESTER UNITED

KOMPANY PONE EL TANTO EN UN CORNER AL FILO DEL DESCANSO. EL PESO DEL PARTIDO LO LLEVO LOS CITYZIEN. LOS DELANTEROS CENTRO ESTUVIERON NULOS.

Duelo de ciudad, duelo en Manchester, duelo por la Liga.
El bipartidismo en Inglaterra bascula hacia los celeste. Están empatados a puntos en lo alto de la clasificación a catorce puntos del tercero, pero ocho tantos a favor hace mas fiables a los de Mancici. Mas fiables porque ya les ganaron en la ida. Mas fiables porque cargaron y buscaron el partido. Mas fiables porque aparentemente hay un cambio de ciclo en Manchester.

Comenzó y acabó con tensión. Pero los locales siempre buscaron los tres puntos. Sabeedores de que el empate no les valía en este empate tan trascendental. En cambio, los de Fergusson, propusieron una imagen conservadora especulando con el empate. Algo a lo que los diablos rojos nunca han sabido jugar, pues siempre ha sido un equipo con oficio, pero a la vez buscando la salsa del fútbol. Rooney se encontró siempre muy solo, y su brega dió poco resultado tanto ofensiva como defensivamente. El city en cambio buscaba batir a De Gea, pero no encontraba el camino de la definición.
La banda derecha siempre fué lo mejor, con un Nasri muy activo siempre muy tapado por Evra. Pero al cuál le fué encontrando las cosquillas para desbordarlo a medida que pasaban los minutos. Zabaleta, un lateral derecho a mucho valorar, casi siempre le apoyó las jugadas. Y a la vez tapó muy bien su zona. Silva a lo suyo, por donde quería para embotellar aún mas a los visitantes y buscar las rendijas.
Llegando el intermedio, un córner valió para que el héroe local Kompany, el capitán, desnivelara el marcador. Cambió el dibujó a la segunda mitad. Y los visitantes corrigieron la posesión del balón, mostrandose inoperantes en ataque. Rooney se desesperaba, y bajaba a comenzar la jugada, lo que hacía perder la referencia ofensiva de su equipo.
Touré Yayá se fué creciendo y parecía no notar el desgaste físico. Dió un paso adelante en lña medular y comenzaron sus llegadas. A lo cuál sumaba el mantener el esférico.
El encuentro ganó en energía pero fué diluyendose en fútbol. Llegó el pitido final, dejando en entredicho la grandeza y espíritu de antaño de mas de uno. A otros, festejando lo que puede ser la primera Liga de la historia.

Dani el Pulga

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