Santi Cazorla quiso estar de dulce y preparó el postre para el Real Madrid. Casi para el momento del chupito, cuando el Bernabéu se preparaba para celebrar otros diez puntos sobre el eterno rival y seguir brindando por ello. Envío un balón envenenado a la portería de Casillas, donde los porteros escriben que es su palo, pero la escuadra es algo con mas categoría. Hizo humano al de Móstoles y su santo no pudo evitar el empate malagueño. Y es que en tiempos de santidad estas eran las obras de San Iker, detener balones imposibles que dieran puntos a su equipo. Ya que es un balón difícil, pero no imposible. En una falta ese es su palo, su zona, y por muy colocado que vaya el esférico siempre es parable. Y siendo el mejor portero del mundo sorprende que no consiguiera meter el guante donde tejen las arañas.
Estuvo inseguro en una salida en la cuál no despejó por alto contundentemente, y en vez de asustar con el "voyyyy" dejó el balón muerto en el área. Por su bien esa acción no creo peligro. Pero todo esto no evitó que luciera mas de una parada de gran mérito, que resguardara su puerta en busca de la victoria. Sorprende por su habitual nivel, ya que en el partido de Champions contra el CSKA también mostró momentos de inseguridad. No en el gol, que era imparable hasta para los santos, pero si en un par de salidas y un despeje.
Esto no hace mas que demostrar que el portero de los cielos es humano, y que a veces lo casi parable se le escapa. Que no se debe fiar la defensa únicamente a unas manos prodigiosas, y no siempre existirán sus milagros para amarrar puntos. Milagros ya ha hecho muchos, y seguirá haciendo, simplemente esta escuadra se le escapó por un pasito.
Dani el Pulga
No hay comentarios:
Publicar un comentario