Tuvo lugar en El Madrigal un encuentro entre dos equipos muy distintos. El local, que en los últimos años se ha venido de mas a menos; y el visitante que a ofrecido todo lo contrario. Los últimos entrenadores han conseguido que el equipo vasco coja una trayectoria de menos a mas en las últimas temporadas.
La primera parte fué mas lógica, copn un respeto inicial por ambas partes. cada uno intentaba enseñar sus armas. Y el submarino enseñó una que hacía tiempo no reflotaba, los lanzamientos de falta de Senna. Con eso le valió para ir por delante en el marcador. Y para la segunda los vascos tenían una bien conocida, las ganas de una chavalería que cada vez sabe mejor como jugar para el bien del equipo. Lo mejor de la historia comenzó con un gol con el clásico sello de Llorente, y se destaparon las esencias. La tensión subió paralela a la ambición por parte de ambos equipos. El Villarreal quería algo mas que el empate, y producto de ello llegó el segundo gol visitante. Una falta al área mal botada, mal cubiertas las espaldas, y contra perfecta y fácil del Athletic. Pero el empuje propició enseguida un error en cadena en la defensa del Athletic junto a Iraizoz, para el empate a nombre de Nilmar. Un tanto que podría haber firmado el admiradísimo Raúl González. Partido atractivo por tensión mas que por táctica. Lo que tambien es fútbol. ¡Vaya que si es fútbol!
Dani el Pulga
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