Con partidos así casi salva Clemente al real valladolid en aquella temporada de los ocho partidos. Fútbol poco vistoso, salidas largas de balón cuando se puede y se debe, y aprovechar bien las ocasiones de que se disponen. Esto último fué lo peor hecho, porque aunque pocas llegadas, si que las tuvo claras. El Racing era un equipo con balón, pero falto de ideas a la hora de encarar los últimos metros de área. Un perfil similar al del Sporting hace unos meses cuando estaba al mando Preciado. El mayor peligro se creaba por banda derecha con las acuchilladas de Arana. Muy activo durante todo el encuntro y que obligó a Canella a realizar un mal partido de rigor defensivo. Mientras el Sporting se centraba a defender bien sin atrincherarse, presionando todas las zonas del campo. Y con mas firme convicción tras el gol de Barral de falta. Un trallazo por el centro de la puerta que encontró la benebolencia de la barrera y de Toño. Los asturianos no jugaban vistoso, pero esto confirmaba sus ideas de conseguir los tres puntos.
Con una segunda parte que reafirmaba aún mas sus posturas. Un Racing que jugaba el balón y un Sporting que presionaba cada zona del campo. Y aunque pareciera conformarse, fué metiendo hombres rápidos para intentar buscar la espalda de la defensa santanderina. Así lo explican las entradas al verde de Mendy y posteriormente de Sangoy. porque aunque al de barakaldo se le etiquete de conservador, lo que sí es claro es que es descarado y atrevido. Y así lo demostró con la entrada del canterano, sin que olvidemos las ya dos titularidades de P. Orfila.
Hasta que llegó la jugada del penalty en favor de los locales. uno de estos penaltis raros, infantiles y que no se suelen pitar. pero desde el punto de ejecución Stuani no falló. El partido siguió con el mando del racing y se produjeron las llegadas mas claras para ambos conjuntos. El Sporting parecía groggy tras el gol, pero consiguió recomponerse a duras penas. De Sangoy fué la mas clara, pero solo ante el arquero solo fué capaz a dejarse el balón entre las piernas y lanzar el balón encima de Toño.
Dos puntos, uno para cada contendiente que no evita penas a ninguno. Especialmente al Sporting, que hace que el punto anteriormente sacado ante el Atlético sea casi inútil. Deja una sensación diferente, pero que si ayuda algo a la idea de intentar conseguir la salvación sin pasar por la parada del juego vistoso.
Dani El Pulga
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