El jugador argentino no es de supertiros. Por eso sus goles suelen llevar otra firma. Y como disfruta como un niño marcó uno de esos tantos que a los peques les gusta.
No importanba el resultado a favor, ni un equipo contrario entregado. El apetito por mejorar en números e imagen es muy voraz. llegaba el meridiano de la segunda mitad y este pequeño argentino deleitó al Camp Nou con un soberbio golazo.
Salió en carrera rompiendo el fuera de juego, el pase, magisttral claro está. Kameni salió a la desesperada sin dejarse amedrentar por la inminente llegada del balón de oro. Atacó al balón con todo, a riesgo de derribar al jugador y jugarse la roja. Pero Messi tiene mas recursos de los que aparenta, incluso mas de los que se le conocen. Suavemente levantó el balón por encima del guardameta, dándole tiempo incluso a saltar él mismo y sortearlo también por encima. Como si de una entrada de Oliver y Benji se tratara. Solo que a velocidad de vértigo, no a cámara lenta.
A placer empujó la bola a la red como si de algo normal de tratara. Como si cualquiera hubiera podido imitarle. Da igual que el partido esté tenso o dormido, el tiene chistera para rato.
Dani el Pulga
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