Quizás alentados por una mítica serie de dibujos japonesa, cualquier crío dibujo en su mente un trallazo en el patio del colegio frente a la rivalidad de la clase de al lado. Jugarse el orgullo en un partido de fútbol frente a los otros niños del curso, esos que caían mal con los que se vivía una rivalidad permanente. Recibir un balón y chutar un zambombazo que no lo viera el portero, y si fuera rompiendo la red mejor que mejor. Desbordando la alegría junto a tus compañeros, y elevarse individualmente en la figura del partido.
Bien, pues ese curso contra el que se rivalizaba fué el Atlético de Madrid. Y el que chutó la pelota Cristiano Ronaldo. El portugués hizo realidad ese tiro del halcón al que solo le faltó perforar la red final. Un pelotazo con una fuerza desmesurada, una doble o triple rosca endiablada, un efecto confuso y en el momento preciso. Asi es cuando mas se saborean los golazos. Cuando el eterno vecino rival te apretaba contra las cuerdas y la liga se volvía en un puño. La tensión se colocaba de bufanda, apareció el supertiro y embobó a Courtois. Haciendolo parecer un cazamoscas mas que un portero.
Un gol con su firma, de pata negra, como el insiste en señalar. Con una multitud de celebraciones cargadas de individualismo, pero con un resultado fabuloso para el común de su equipo. Pues ese tanto desniveló la balanza cuando mas igualada estaba. No calló al estadio colchonero porque esa afición es mucha afición. Pero la hirió donde le duele.
Si hay algo que se parece a los dibujos de Oliver y Benji, ese fué el tomahawk de este miércoles.
Dani el Pulga
EL ESTADIO DEL PULGA. Blog destinado a los comentarios de fútbol. Daré la opinión sobre los temas de actualidad y los partidos que vea. Además de barça y Madrid, también tendré opiniones sobre Sporting de Gijón y Valladolid por mi cercanía con estos equipos, ý también de un equipo de fútbol sala de segunda regional.
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