FERNANDO LLORENTE, ARIETE COMPLETO PARA TODOS

Hace ya tiempo que este espigado delantero hizo su presentación mundial. Aquel España-Portugal de Sudáfrica fué su punto de inflexión para el ojo internacional. En el que fijó a los defensas lusos y tocó cada balón por alto. Desde entonces, sus convocatorias han sido continuas y sus titularidades habituales.
Pero su casa es el Athletic de Bilbao, club con historia pero en crecimiento. En el que lleva ya disputadas unas cuantas temporadas a pesar de su juventud. Y de no ser por el modelo de club que es, podría estar jugando en algún equipo de otro calibre.
Ayer Fernando consiguió otro sueño, para él y para su equipo. Clasificarse al Bilbao para una final europea treinta y cinco años después. Y el mayor rugido de la noche fué el del rey león, el de Fernando Llorente. Mostró todo su repertorio de cualidades, comenzando por la capacidad de cargar con un equipo a la espalda. Propuso una actitud herculana para tirar siempre de los suyos hacia delante.
Su mejor virtud es el remate, principalmente de cabeza. Buscar la mejor posición y aprovechar su embergadura. Con lo que no quiere decir que con el pie remate mal, como se pudo ver en el gol definitivo contra el Sporting. Colocarse en ventaja frente al defensa para el remate, por difícil que parezca. Y a pesar de su tamaño es hâbil con el balón en posesión. Es capaz de aguantarlo y de jugarlo. De buscar al compañero o buscarse un hueco para el disparo. No es un delamtero egoísta, y juega para el equipo. Teniendo la capacidad de visionar la llegada de algún compañero. Como bien hizo en la dejada de pecho del primer gol, y en la asistencia del segundo tras una pisada mas propia de fútbol sala.
Sus uno noventa y pico han conseguido guiar al Athletic hasta dos finales. Su apariencia tosca difieren de sus habilidades de rapidez y velocidad. Es Fernando Llorente, un delantero completísimo. Un tipo de ariete totalmente distinto de lo convencional. Con habilidades únicas en la especie. Disfrutemos de sus rugidos, y de sus zarpazos.

Dani el Pulga