La prensa no tiene opiniones que dar sobre el conjunto blanco, y sus fans no obtienen las palabras de sus ídolod. Unos seguidores que no pueden sentir las sensaciones de sus juagdores. Es el resultado por la ley del silencio impuesta por Mou.
Un tipo al que poco le importa lo demás. Todo aquello que se sale del círculo que le rodea. Y que incluso en ocasiones parece ser que tampoco aprecia lo que le rodea. Pues la pataleta de no dar ruedas de prensa es lo que desprende. Una actitud de poco respeto hacia todo aquello que sigue al Madrid. Pues parece una decisión egoísta por taparse en cuanto a su mala alineación frente al Villarreal, mas que por un mal arbitraje. Del cuál los demas no tienen la culpa, y que posiblemente no fué mal arbitraje... al menos para ellos.
En una entrevista de hace tiempo, destaqué para mi atención una frase del entrenador portugués, en la que decía que para él era imposible controlar dos emociones: la euforia y la frustración. Y pienso que por esta segunda sensación, la frustración, Mou ha blidado incoherentemente a su equipo. Pués el fué el máximo culpable de la subida de revoluciones en los últimos minutos del partido. Su expulsión no obtuvo la reacción esperada. Y lejos de presentarse ante la prensa junto a su frustrada actitud, tomó dicha decisión. Y para mas, para que no haya quién les sea pesado con el tema, pués nadie habla. Salvo la palabras que hay que soltar al micro a pie de campo. Impuesto por un contrato en el que al menos un jugador de a pie de campo debe dar. Para todo lo demás, El Buitre, que es mas gracioso.
Esta ha sido una frustración descontrolada, al igual que el ¿por qué? del año pasado en Champions. Aprendida la lección pues no sale a la palestra. Ni él ni ninguno de los suyos. A preparado un búnker que a la vez que de la prensa, aleja a su equipo de sus seguidores. Veremos cuando llegue la euforia descontrolada, la cuál podemos poner como ejemplo la clasificación con el Inter en el Nou Camp.
Dani el Pulga
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