Extasioso partido el que se disputó al sur de Italia, buscando el gol a la tremenda y ofreciendo errores en defensa. El campo quedó quebrado desde el primer minuto, y ambos equipos se dividían en dos partes, ataque y defensa. Lo que hacía tener un transito rápido del balón desde una zona a otra. Y quién mejor se manejó en esta situación fué el equipo napolitano. Ya que sabe donde estan sus posibilidades y conoce tanto sus virtudes como sus defectos. Un grupo de jugadores castos y bregadores. Mas problemático es lo del equipo inglés, confeccionado para otros menesteres y otro tipo de juego. Destacar que Essien y Lampard salieron desde el banquillo, Torres nisiquiera jugó y Terry se quedó en la grada. Quién diría esto hace no muchos años.
Un error garrafal en un mal bote de Paolo Cannavaro propició el gol del Chelsea. Hecho por Mata, quién mas pone cerebro y orientación en los blues. Es de valorar que alguién del peso en el fútbol como Fabio cannavaro esté todavía pegandose por los verdes de este deporte, a pesar de estar a años luz de su mejor nivel, cuando levanto la copa del mundo y el trofeo de France Football hace casi seis años.
Pero el agradable protagonista estaría en el equipo local. Un conjunto que como sabe sus limitaciones juega bien a lo que sabe. No se peocupa tampoco en la confección de la jugada, y recurre al balón largo enseguida. Para si no sale bien ofrecer una alta presión aguerrida para robar y buscar puerta enseguida. De ahí la multitud de ocasiones que consiguió. Pronto se dejó ver el argentino Lavezzi, un jugador típico argentino con carisma macarra. Así fué el primer gol. Amagó afuera, se fué para adentro y chutazo de rosca al palo largo. Todo esto con la ayuda del espacio que Cavani le enseñó. Y ya casi sobre la bocina del primer tiempo, este delantero centro puro, luchó un centro a la espalda de la defensa y de zamorana marcó el gol ante una celebración exagerada por el equipo y por toda la grada. Mucho tiempo ha pasado para que este equipo maradoniano vuelva a las grandes noches europeas. pero faltaba la última. Un grave fallo de David Luiz, y una nueva lucha por el esférico del uruguayo hacía que este le quitara las bragas y se las diera a Lavezzi para que las colgara de la portería.
Fué un partido bonito, atractivo. Y que sobresalió quién mejor lo supo hacer. El equipo italiano ni mucho menos es un equipazo, pero puede llegar lejor en esta Champions aunque difícil tiene de ganarla. Pero agrada al gusto un equipo mas modesto que muchos que sabe a lo que tiene que luchar, sabe de sus virtudes y de como tiene que atacar. no es el típico conjunto italiano que destaca por la racanería, pero si parece que sabe competir y si hace falta, como en los últimos quince minutos, si que planta los cinco defensas. Lejos de solo eso, el tándem sudamericano funciona muy bien, Maggio y hamsik saben morder por banda derecha, y Inler un tanto de cabeza y llegada. Si Cannavaro además de experiencia expusiera algo mas de juventud... pero eso es imposible evidentemente.
Queda ver si el Chelsea es capaz de asustar al conjunto celeste, o si la cabeza de Villas-Boas se separará del cuello.
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