ESTE CLASICO FUE FUTBOL EN ESTADO PURO

Mereció la pena perder tiempo de sueño para disfrutar del último clásico. Después de que el Athletic de desiciera del Mallorca con un juego de toque y control, llegaba el turno del partido esperado. Precisamente lo que ayer le faltó al Barça mas impreciso de los últimos derbis, toque y control. El partido lo tuvo todo, ocasiones, tensión, presión, expulsiones, patadas, goles, un publico entregado y un arbitro nefasto. Acertó en casi todas las jugadas del área, aunque falló clamorosamente en el gol de Ramos, en el cuál Alves se desvaneció al suelo. Pero mas allá de todo eso, erró en el criterio de las faltas y las tarjetas.
El partido comenzó con Piqué mirandose los cordones de las botas y Higuain fallando en el primer cara a cara con Pinto. El Barcelona quiso seguir haciendo su fútbol de toque, pero por sus impreciosiones y la presión del Madrid arriba, que parecían una manada de jabalís enfurecidos, no conseguía llegar arriba para provocar los reflejos de Iker. Xavi tiró todo su repertorio de desmarques, pases y paredes, y mas aún cuando Iniesta se lesionó. Pero el conjunto blanco seguía poniendo a prueba a Pinto, quién esta vez si tuvo sotana ante una nueva de CR7. Gran partido del guaperas ayer, y también de Ozil. Que en casi tpdas las jugadas consiguió irse ya fuese hacia fuera o adentro. Incluso lanzó un trallazo al larguero tras un fenomenal recorte, que botó en la línea y no entró por los vientos del sur. Kaká comenzó muy participativo y se fué diluyendo, y Higuain estaba con la mira un tanto bloqueada. Y aunque no lo merecieta el Barça se fué con ese 2-0 a favor, tras una aparición del balón de oro para dar u.a asistencia a Pedro, y un misil de Alves que fulmino a la araña presente en la cruceta.
Estoy seguro que en el descanso la malloría de merengues de cada bar se marchaban para ir a la cama. Su Madrid parecía muerto, y pensando que daba igual como se jugase, que los azulgrana siempre ganan. Pero el segundo acto fué aún mas emocionante que el primero. Se comenzó anulando un gol a Ramos, que hizo despertar todavía mas el orgullo blanco. Los de Pep se relajaron y Mou fue metiendo a Granero por Lass, y posteriprmente a Benzema y Callejón por Higuain y Kaká. Cambió al balón de plata de banda y bueno... El Madrid escaldó en juego al Barça. El empate vino tras golazos de Cristiano, que le puso una taburete a Pinto, y de Benzema, que le fabricó un sombrero a la medida a Puyol. Los 4 hombres de la delantera del Madrid fué lo mejor. Daban igual las condiciones en que llegara el balón, que a Pinto le temblaban las piernas ante tanta ocasión. Mientras se alternaban con algunas del Barça que marchaban fuera del arco de Iker. El partido encontró la mejor media hora final, espectáculo puro. Los que tras la reanudación cantaron irónicamente a Mou ahora se los terminaron sujetando en la nuez. Y los que decían que otra vez igual, acabaron soñando con acabar con la hegemonía. Finalmente el resultado no se movio mas. Y el Madrid fué desperdiciando casi 10 minutos en pataditas, quejas y demás. Sólo falto una última ocasión que dejara sin aire al Camp Nou, una en la que el portero subiese a rematar.
Lo importante, mereció la pena ver el partido tarde y fuera de casa. Castigar el horario de sueño por el inesperado final. Atractivo, tenso, polémico, interesante, activo, agresivo... fútbol en estado puro.