jueves, 16 de febrero de 2012

MILAN 4-0 ARSENAL


El Milán se vistió de macarra de clase y maniató al Arsenal como si de un pardillo se tratara. Tenía yo puestas muchas expectativas puestas en este partido esperando un Arsenal descarado y jugón, y me encontré que la juventud de este equipo solo tuvo ingenuidad, pecando de los mismos errores una vez tras otra. Y mientras a este equipo no le crezca el saber competir seguirá siendo la cantera de los grandes equipos de Europa y seguirá sin cosechar títulos. El Milán, que desde la época de Kaká sabe mas por viejo que por pellejo, sabía quién le visitaba y nunca gastó una gota de sudor de mas en lo que no debía.
Como le gusta a Wenguer, el equipo de Londres se cogió al balón por aliado de sus pies, y el equipo rossonero defendía de manera estática y en zona. Cubría los huecos de pase hacia Van Persie a sabiendas de que individualmente era quién mas daño les podía hacer. Y como es un jugador intermitente ayer le tocaba estar de nones. Igual que Rosicky, quer ayer partiendo con la pelota siempre desde la banda izquierda hacia el centro nunca supo escoger lo mejor a cada momento, y perdió multitud de balones. Y eso que no comenzaba bien para el Milán que se vió obligado a hacer dos cambios por lesión en la primera parte, las de Seedorf y Alexander Pato.
Pero el Mián, equipo de estrellas que campan a sus anchas por todo el frente de ataque, ayer tuvo dos buenos protagonistas (que en España no triunfaron) como fueron Ibrahimovic y Robinho. Especialmente el primero, ya que el brasileño se centro mas en marcar los dos balones que le sirvió el sueco. Pero el primer gol fué una obra maestra de Boateng. Hueco fabricado por Ibra, pase templadito por encima de la defensa de Nocerino y balón que baja con el pecho y zapatea contra el larguero. Golazo, increíble la facilidad que tiene este hombre para sacar misiles de pelotas complicadas. El segundo fué contra estilo de Zlatan, se va en velocidad y pase de la muerte a la cabeza de Robinho. Ya nada mas comenzar la segunda parte, una jugada milanista sin aparente peligro, la recibe el brasileño en la frontal y fácil para un jugador de esta calidad. Y la última colleja de un penalty recibido y transformado por el sueco.
Ahora el diablo sabe que tiene la eliminatoria en el bolsillo, y que no tendrán que explicarle muchas cosas sobre lo que tiene que hacer en el partido de vuelta, ya que es un equipo italiano. Y el Arsenal, como un niño al que se le caen los mocos habrá que ver si es capaz de intentar sonarselos, puede ser otra decepción en Europa.

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