Parece claro que tenía razón en quejarse de la actitud y juego de su equipo en la primera mitad contra el Málaga, porque la verda, que raro fué que el publico del Bernabéu no tirara un par de bidones de gasolina al cesped, para posteriormente lanzar unas cerillas. Ya que el juego con el que el Real Madrid comenzó el año dejó mucho que desear. Y el caso es que su entrenador se la jugó para la segunda mitad con un triple cambio, y consiguió que la reprimenda tuviera la respuesta esperada en la segunda mitad, consiguiendo la remontada y la ventaja de cara a la eliminatoria.
Pero dejar en evidencia a sus jugadores al día siguiente en sala de prensa es mucho rebajarles. El siempre a exigido el maximo compromiso a sus jugadores, y que se defiendan unos a otros tanto dentro como fuera del campo. Tendrá razón, sí. Pero no atacando sus vacaciones navideñas en sala de prensa. Porque seguramente eso mismo se lo dijo a la cara de todos en el vestuario, tanto en el descanso como al finalizarlo. Si el mismo exige a cada uno de sus jugadores y directivos defenderse a capa y espada los unos a los otros... debería el no pisotearlos de cara a la galería. Consigue atraer todas las miradas, nose bien si hacia él o hacia todo el equipo. Consiguió algo muy dificil como fué que su equipo reaccionara ab tiempo, pero el precio que hay que pagar no es la humillación pública.
No hay comentarios:
Publicar un comentario